Cuando unas sustancias como el ámbar y el vidrio se frotan contra un material como la seda, adquieren la capacidad de atraer pedacitos de p...
Cuando unas sustancias como el ámbar y el vidrio se frotan contra un material como la seda, adquieren la capacidad de atraer pedacitos de papel o corcho. Este sencillo experimento seguramente lo habremos realizado alguna vez, ya puede ser en clase de tecnología de nuestro colegio o instituto, o en casa por simple curiosidad. Cogemos unos trozitos de papel, agarramos nuestro bolígrafo y lo frotamos contra nuestra ropa o piel (mejor contra la ropa para evitar rozaduras o quemaduras en la piel), lo acercamos a los trocitos de papel y "voilà"; se hizo el milagro. Comprobamos cómo los trozitos de papel son atraídos por el bolígrafo. Este fenómeno es una manifestación de la Electricidad.
Este descubrimiento puede situarse hacia el año 600 a. C., cuando el filósofo griego Tales de Mileto observó que frotando una varilla de ámbar con una lana o piel, se obtenían pequeñas cargas (efecto triboeléctrico) que atraían pequeños objetos, y frotando mucho tiempo podía causar la aparición de una chispa.
Incluso así, con este conocimiento tan ancestral de la electricidad, la mayoría de las leyes cuantitativas de los fenómenos eléctricos y magnéticos, es decir, la mayoría de las leyes básicas de la Electricidad y el Magnetismo se descubrieron entre 1784, con los estudios de Charles Coulom sobre las fuerzas que se ejercen entre objetos cargados, y 1881, cuando Michael Faraday descubrió la inducción electromagnética. Anteriormente a este periodo de medio siglo, sólo cabe destacar el descubrimiento del pararrayos por parte de Benjamin Franklin (1752). Entre este periodo de 1784-1881, la utilización práctica de la electricidad creció rápidamente con el desarrollo del telégrafo (1884), el teléfono (1887), la lámpara incandescente (1880) y más tarde, los motores eléctricos (1887).
Como ya sabemos, el uso y desarrollo de la electricidad ha seguido desarrollándose hasta nuestros tiempos, sobre todo con la revolución de la electrónica y en especial de la Microelectrónica que ha posibilitado la extensión al uso particular de los ordendores, teléfonos móviles, tabletas...
Bibliografía: (Wikipedia, Físca en la Ciencia y en la Industria "A.Cromer")
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